TRANSMISIÓN DE PROTOZOARIOS PATÓGENOS A
TRAVÉS DEL AGUA
(MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO Y ELIMINACIÓN)
El
tracto digestivo de gran parte de la población humana coexiste con varios
protozoos que incluyen amebas, flagelados, coccidias y ciliados. Muchos de
estos organismos son conocidos como comensales: Entamoeba coli, Endolimax nana
y Trichomonas hominis, mientras que Ent. Hustolytica, Ent. Hartmanni, lodamoeba
buetschlii, Dientamoeba gragilis, Giardia intestinalis, Cryptosporidium parvum
y Balantidium coli se consideran como protozoarios patógenos.
Las
enfermedades producidas por protozoos intestinales patógenos son causa de alta
morbilidad, aunque no de una alta mortalidad. Se diseminan fácilmente al
transmitirse por el consumo de agua o alimentos contaminados con materia fecal
de individuos o de animales infectados.
La
distribución de estos protozoos intestinales es amplia en todo el territorio
nacional, pero se desconoce su prevalencia actual. Por lo anterior, es
importante incentivar a las autoridades en salud a mantener registros
actualizados de prevalencia de Entamoeba histolytica y Giardia duodenalis;
además, diagnosticar y confirmar la presencia de otros agentes etiológicos como
coccidios, microsporidios y mixosporidios. Estos últimos se transmiten por el
consumo de pescado. Por lo anterior, es necesario implementar medidas de
prevención y control adecuado, teniendo en cuenta la situación actual de cada
departamento del país
También
hay otras especies de protozoos que pueden causar desordenes gástricos, tanto
en individuos inmunosuprimidos como inmunocompetentes: Cyclospara cayetanensis,
Isopora belli, Chilomastiz mesnili, Blastocystis hominis. Estos parásitos
causan principalmente diarrea en la población humana y los grupos más sensibles
a estos parásitos son los niños menores de 5 años y los adultos mayores de 70
años; en estos grupos se presentan una mortalidad entre 3% y 5% en los
enfermeros que requieren hospitalización.
Por
esta razón, los protozoos tienen importancia en la industria del agua, pues
esta es un vehículo para la transmisión de la mayoría de estos parásitos. Los
principales mecanismos en la transmisión son la ingestión de agua contaminada,
el contacto y reconocimiento del agua por una mala higiene doméstica .entre los
protozoarios patógenos los que presentan mayor importancia en cuanto a calidad
del agua para diversos usos (i. e. agua para consumo humano, agua para
recreación y agua para riego) son la Giadia sp. Y el Criptosridium sp. Por
tanto, esta revisión se centra en estos dos microorganismos y el riesgo
potencial que representan, sin olvidar que otros protozoarios patógenos pueden
en un momento determinado ser importantes causas de diarrea e incluso causar la muerte.
MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO Y ELIMINACIÓN
Las
infecciones humanas asintomáticas son usualmente diagnosticadas con la
demostración directa de los quistes del parásito en las heces. Existen métodos
de flotación y sedimentación que permiten recobrar los quistes de la materia
fecal y con el uso de coloraciones se permite la visualización de los elementos
parasitarios en el examen microscópico. Debido a que los quistes no son
expulsados continuamente, puede ser necesario realizar un mínimo de 3 muestras
para su determinación. En las infecciones sintomáticas, la forma vegetativa o
trofozoíto puede ser observada en las heces frescas.
Los
exámenes serológicos existen y la mayoría de los individuos resultarán
positivos para la presencia de anticuerpos, tengan o no sintomatología. Los
niveles de anticuerpos resultan mayores en pacientes con abscesos hepáticos. La
serología empieza a ser positiva unas dos semanas después de la infección
inicial.
Los
procedimientos más recientes incluyen una prueba que detecta la presencia de
proteínas amebianas en las heces, y otra que demuestra la presencia de ADN de
la ameba en heces. Son pruebas costosas, por lo que no son de amplia
distribución.
la
importancia y el control de calidad de los coprológicos seriados, por ser un
método económico y eficaz para el diagnóstico de parásitos intestinales. Los
coprológicos seriados aumentan la sensibilidad de identificación de los
parásitos intestinales hasta en un 85%. Con un solo examen de materia fecal no
se puede descartar la presencia de estos parásitos, ya que la eliminación de
ooquistes o quistes es intermitente. Es común observar en nuestro medio que no
se realizan coprológicos seriados con la debida frecuencia.
Amebas intestinales:
Organismos
pequeños, carecen de vacuolas y se multiplican por fisión binaria, suelen tener
una fase quística. Tres géneros de amebas que parasitan el intestino humano:
Entamoeba, Iodamoeba y Endolimax. Sólo Entamoeba histolytica se considera
patógena, las demás dificultan el diagnóstico diferencial de la misma.
Diagnóstico:
Demostración de quistes o trofozoitos en heces o en muestras de
Tejido.
Importante el diagnóstico diferencial con otras amebas que pueden colonizar el
tubo digestivo. Los abscesos hepáticos se diagnostican por técnicas de imagen. Tratamiento:
Pacientes asintomáticos (deben tratarse para eliminar el parásito del tracto
intestinal), amebicida luminar (yodoquinol, paramomicina o furoato de diloxanida).
Pacientes con cuadro intestinal, amebicida luminar asociado a un amebicida
hístico (metronidazol, tinidazol). Pacientes con amebosis extraintestinal,
amebicidas hísticos seguidos de amebicida luminar.
Amebas no patógenas
Entamoeba coli:
Muy
similar a E.histolytica en todas sus fases excepto en el quiste maduro. Quistes
de 15-25µm de tamaño, 8 núcleos, cromatina irregular en forma de gránulos y
cariosoma excéntrico. No son patógenos, no se recomienda su tratamiento,
mecanismo de transmisión igual al de E.histolytica, no se puede descartar la
presencia conjunta de ambos.
Flagelados intestinales
Flagelos
que facilitan su locomoción. Especies patógenas: Giardia lamblia y Dientamoeba
Diagnóstico:
Detección de quistes en heces (estudio del fluído duodenal
Cuando
el estudio coprológico es negativo).
Tratamiento: Metronidazol
5 días. Se debe tratar a los portadores asintomáticos
Ciliados intestinales
Balantidium coli:
Ampliamente distribuido entre el ganado porcino, infección ocupacional. Morfología
y ciclo biológico: Trofozoitos ovalados con prolongaciones de la membrana (cilios). Dos estructuras nucleares
(macro y micronúcleo), dos poros (citofaringe y citopigio). El trofozoito en el
colon se rodea de una pared quística formando el quiste.
Clínica:
Generalmente se comporta como comensal, puede invadir la mucosa causando lesiones similares a E.histolytica.
Produce diarrea aguda. Se puede presentar
como cuadro crónico.
Diagnóstico y tratamiento:
Detección del trofozoito o quiste en el examen enfresco de las heces.
Tratamiento de elección tetraciclinas durante 20 días.
Flagelados intestinales
Flagelos
que facilitan su locomoción. Especies patógenas: Giardia lamblia
Diagnóstico:
Detección de quistes en heces (estudio del fluído duodenal cuando el estudio coprológico es negativo).
Tratamiento:
Metronidazol 5 días. Se debe tratar a los portadores asintomáticos.
Ciliados intestinales
·
Balantidium
coli: Ampliamente distribuido entre el ganado porcino,
infección ocupacional. .
Diagnóstico
y tratamiento: Detección del trofozoito o quiste en el
examen en fresco de las heces. Tratamiento de elección tetraciclinas durante 20
días.
·
Balantidium
coli: Ampliamente distribuido entre el ganado porcino,
infección ocupacional.
Diagnóstico y tratamiento:
Detección del trofozoito o quiste en el examen en fresco de las heces.
Tratamiento de elección tetraciclinas durante 20 días.
En
cuanto a los parásitos oportunistas, es necesario que se incluyan en el
diagnóstico de rutina. Las infecciones oportunistas son novedosas, y
representan un problema creciente, sobre todo en pacientes con
inmunodeficiencias. En muchas ocasiones no se sospecha que sean la causa de enfermedad.
Se debe trabajar más para mejorar los métodos de diagnóstico convencionales.
Difundir ampliamente lo que se conoce en la actualidad sobre estos parásitos,
de tal manera que se sospeche en los diferentes centros de atención en salud
públicos o privados, la posibilidad de un cuadro clínico causado por
microsporidios o coccidias.
Es
importante resaltar que hasta ahora en Colombia se está trabajando en la
estandarización de protocolos que investiguen y restrinjan alimentos infectados
e infestados con parásitos. Por ahora, no está claro si los pacientes
infectados con esporas de Henneguya y Myxobolus presentan enfermedad diarreica
producida por éstos. Por lo anterior, se debe alertar al personal de salud que
está presente en comunidades donde es usual el consumo de pescado, ya que, tal
vez en los próximos años se esté sospechando que los mixosporidios entren en la
lista de zoonosis parasitarias.