lunes, 27 de octubre de 2014










TRANSMISIÓN DE PROTOZOARIOS PATÓGENOS A TRAVÉS DEL AGUA
 (MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO Y ELIMINACIÓN)





El tracto digestivo de gran parte de la población humana coexiste con varios protozoos que incluyen amebas, flagelados, coccidias y ciliados. Muchos de estos organismos son conocidos como comensales: Entamoeba coli, Endolimax nana y Trichomonas hominis, mientras que Ent. Hustolytica, Ent. Hartmanni, lodamoeba buetschlii, Dientamoeba gragilis, Giardia intestinalis, Cryptosporidium parvum y Balantidium coli se consideran como protozoarios patógenos.


                                                                                                      
                                                          

    

                                           


 

Las enfermedades producidas por protozoos intestinales patógenos son causa de alta morbilidad, aunque no de una alta mortalidad. Se diseminan fácilmente al transmitirse por el consumo de agua o alimentos contaminados con materia fecal de individuos o de animales infectados.



La distribución de estos protozoos intestinales es amplia en todo el territorio nacional, pero se desconoce su prevalencia actual. Por lo anterior, es importante incentivar a las autoridades en salud a mantener registros actualizados de prevalencia de Entamoeba histolytica y Giardia duodenalis; además, diagnosticar y confirmar la presencia de otros agentes etiológicos como coccidios, microsporidios y mixosporidios. Estos últimos se transmiten por el consumo de pescado. Por lo anterior, es necesario implementar medidas de prevención y control adecuado, teniendo en cuenta la situación actual de cada departamento del país
También hay otras especies de protozoos que pueden causar desordenes gástricos, tanto en individuos inmunosuprimidos como inmunocompetentes: Cyclospara cayetanensis, Isopora belli, Chilomastiz mesnili, Blastocystis hominis. Estos parásitos causan principalmente diarrea en la población humana y los grupos más sensibles a estos parásitos son los niños menores de 5 años y los adultos mayores de 70 años; en estos grupos se presentan una mortalidad entre 3% y 5% en los enfermeros que requieren hospitalización.
Por esta razón, los protozoos tienen importancia en la industria del agua, pues esta es un vehículo para la transmisión de la mayoría de estos parásitos. Los principales mecanismos en la transmisión son la ingestión de agua contaminada, el contacto y reconocimiento del agua por una mala higiene doméstica .entre los protozoarios patógenos los que presentan mayor importancia en cuanto a calidad del agua para diversos usos (i. e. agua para consumo humano, agua para recreación y agua para riego) son la Giadia sp. Y el Criptosridium sp. Por tanto, esta revisión se centra en estos dos microorganismos y el riesgo potencial que representan, sin olvidar que otros protozoarios patógenos pueden en un momento determinado ser importantes causas de diarrea  e incluso causar la muerte.

MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO Y ELIMINACIÓN

Las infecciones humanas asintomáticas son usualmente diagnosticadas con la demostración directa de los quistes del parásito en las heces. Existen métodos de flotación y sedimentación que permiten recobrar los quistes de la materia fecal y con el uso de coloraciones se permite la visualización de los elementos parasitarios en el examen microscópico. Debido a que los quistes no son expulsados continuamente, puede ser necesario realizar un mínimo de 3 muestras para su determinación. En las infecciones sintomáticas, la forma vegetativa o trofozoíto puede ser observada en las heces frescas.

Los exámenes serológicos existen y la mayoría de los individuos resultarán positivos para la presencia de anticuerpos, tengan o no sintomatología. Los niveles de anticuerpos resultan mayores en pacientes con abscesos hepáticos. La serología empieza a ser positiva unas dos semanas después de la infección inicial.

Los procedimientos más recientes incluyen una prueba que detecta la presencia de proteínas amebianas en las heces, y otra que demuestra la presencia de ADN de la ameba en heces. Son pruebas costosas, por lo que no son de amplia distribución.
la importancia y el control de calidad de los coprológicos seriados, por ser un método económico y eficaz para el diagnóstico de parásitos intestinales. Los coprológicos seriados aumentan la sensibilidad de identificación de los parásitos intestinales hasta en un 85%. Con un solo examen de materia fecal no se puede descartar la presencia de estos parásitos, ya que la eliminación de ooquistes o quistes es intermitente. Es común observar en nuestro medio que no se realizan coprológicos seriados con la debida frecuencia.

Amebas intestinales:
Organismos pequeños, carecen de vacuolas y se multiplican por fisión binaria, suelen tener una fase quística. Tres géneros de amebas que parasitan el intestino humano: Entamoeba, Iodamoeba y Endolimax. Sólo Entamoeba histolytica se considera patógena, las demás dificultan el diagnóstico diferencial de la misma.

Diagnóstico: Demostración de quistes o trofozoitos en heces o en muestras de

Tejido. Importante el diagnóstico diferencial con otras amebas que pueden colonizar el tubo digestivo. Los abscesos hepáticos se diagnostican por técnicas de imagen. Tratamiento: Pacientes asintomáticos (deben tratarse para eliminar el parásito del tracto intestinal), amebicida luminar (yodoquinol, paramomicina o furoato de diloxanida). Pacientes con cuadro intestinal, amebicida luminar asociado a un amebicida hístico (metronidazol, tinidazol). Pacientes con amebosis extraintestinal, amebicidas hísticos seguidos de amebicida luminar.

Amebas no patógenas
Entamoeba coli:
Muy similar a E.histolytica en todas sus fases excepto en el quiste maduro. Quistes de 15-25µm de tamaño, 8 núcleos, cromatina irregular en forma de gránulos y cariosoma excéntrico. No son patógenos, no se recomienda su tratamiento, mecanismo de transmisión igual al de E.histolytica, no se puede descartar la presencia conjunta de ambos.
Flagelados intestinales
Flagelos que facilitan su locomoción. Especies patógenas: Giardia lamblia y Dientamoeba
Diagnóstico: Detección de quistes en heces (estudio del fluído duodenal
Cuando el estudio coprológico es negativo).
Tratamiento: Metronidazol 5 días. Se debe tratar a los portadores asintomáticos

Ciliados intestinales
Balantidium coli: Ampliamente distribuido entre el ganado porcino, infección ocupacional. Morfología y ciclo biológico: Trofozoitos ovalados con prolongaciones de la  membrana (cilios). Dos estructuras nucleares (macro y micronúcleo), dos poros (citofaringe y citopigio). El trofozoito en el colon se rodea de una pared quística formando el quiste.
Clínica: Generalmente se comporta como comensal, puede invadir la mucosa  causando lesiones similares a E.histolytica. Produce diarrea aguda. Se puede  presentar como cuadro crónico.
Diagnóstico y tratamiento: Detección del trofozoito o quiste en el examen enfresco de las heces. Tratamiento de elección tetraciclinas durante 20 días. 

 Flagelados intestinales
Flagelos que facilitan su locomoción. Especies patógenas: Giardia lamblia
Diagnóstico: Detección de quistes en heces (estudio del fluído duodenal  cuando el estudio coprológico es negativo).
Tratamiento: Metronidazol 5 días. Se debe tratar a los portadores  asintomáticos.

Ciliados intestinales
·         Balantidium coli: Ampliamente distribuido entre el ganado porcino, infección ocupacional. .
 Diagnóstico y tratamiento: Detección del trofozoito o quiste en el examen en fresco de las heces. Tratamiento de elección tetraciclinas durante 20 días.


·         Balantidium coli: Ampliamente distribuido entre el ganado porcino, infección ocupacional.
Diagnóstico y tratamiento: Detección del trofozoito o quiste en el examen en fresco de las heces. Tratamiento de elección tetraciclinas durante 20 días.

En cuanto a los parásitos oportunistas, es necesario que se incluyan en el diagnóstico de rutina. Las infecciones oportunistas son novedosas, y representan un problema creciente, sobre todo en pacientes con inmunodeficiencias. En muchas ocasiones no se sospecha que sean la causa de enfermedad. Se debe trabajar más para mejorar los métodos de diagnóstico convencionales. Difundir ampliamente lo que se conoce en la actualidad sobre estos parásitos, de tal manera que se sospeche en los diferentes centros de atención en salud públicos o privados, la posibilidad de un cuadro clínico causado por microsporidios o coccidias.

Es importante resaltar que hasta ahora en Colombia se está trabajando en la estandarización de protocolos que investiguen y restrinjan alimentos infectados e infestados con parásitos. Por ahora, no está claro si los pacientes infectados con esporas de Henneguya y Myxobolus presentan enfermedad diarreica producida por éstos. Por lo anterior, se debe alertar al personal de salud que está presente en comunidades donde es usual el consumo de pescado, ya que, tal vez en los próximos años se esté sospechando que los mixosporidios entren en la lista de zoonosis parasitarias.




DIRIGIDO POR LOS ESTUDIANTES DE SEPTIMO SEMESTRE DE INGENIERIA AMBIENTAL: Wendy Marquez, Jose Manuel Iguaran, Liz Cera Rangel y Mariana Alfaro Iguaran.